Un principio que determina la eficiencia de una empresa es su modelo de gestión, que define cómo se gestionan los recursos disponibles (siempre finitos y normalmente caros) y estructura la proporción de costes variables y fijos que se deben asumir. La tendencia actual es hacia un incremento de los costes variables con respecto a los fijos porque, entre otros factores, eso hace disminuir sus inversiones en capital y otorga flexibilidad.